Fue nuestro sueño de verano. ¡El sueño se hizo realidad! Alemania 1, Argentina 0. Y al final Mario marcó ese gol: ¡Que locura!

La impresión que el Mundial da hacía el exterior es casi como si fuera una fiesta continua para los jugadores. Grandes hoteles, grandes estadios, patrocinadores de eventos emocionantes, viajes en primera clase y estar acompañados por una escolta policial al estadio. Pero visto desde dentro, se ve un poco diferente. Incluyiendo la preparación en Tirol del Sur pasamos casi dos meses juntos. En total éramos unas 60 personas. Los entrenadores, médicos, fisioterapeutas y nosotros, los jugadores. Sentimos muchísima presión. Debe haber buen entendimiento entre los jugadores para tener éxito. Para mí, el éxito se debió al gran espíritu de equipo que se ha desarrollado. Todos sabíamos que «tenemos lo que se necesita», pero únicamente 11 pueden salir al campo. ¡Todos han colaborado y se han esforzado de la misma manera! Todos estábamos encantados de que Miro Klose batió el récord de goles. La prensa probablemente todavía ve a Per dentro del barril de hielo y al final Mario marca ese increíble gol.